Nuestro Paseo Rural transita por Medellín, una de las poblaciones con mayor renombre, arraigo y trascendencia histórica de Extremadura al atesorar importantes vestigios arqueológicos, inmuebles y monumentos de gran valor artístico, y siendo el escenario de numerosos y trascendentales acontecimientos históricos.

Medellín debe su nombre al cónsul romano Quintus Caecilius Metellus Pius que fundo la coloni romana de Metellinum en el año 79 antes de Cristo.

Comenzaremos en la plaza del ayuntamiento, en la que podremos ver la Torre del Reloj y la estatua dedicada a Hernán cortés como elementos más singulares. Continuamos hacia el norte y nos toparemos con la iglesia de Santiago, levantada en las faldas del cerro que corona el castillo de Medellín, es del siglo XIII con notables reformas de los siglos XV y XVII. La iglesia posee un bello ábside semicircular, es de nave única con cuatro tramos, y acoge el centro de interpretación del Parque Arqueológico de Medellín.

Siguiendo la ruta marcada, visitaremos el teatro romano de Medellín. Es el edificio visible más importante del Metellinum romano. Posee una gran monumentalidad, tanto por su situación como por el excelente estado de conservación. El teatro aprovecha el desnivel del terreno adaptándose a su topografía como habían hecho los modelos griegos y alguno romano, como el de Sagunto.  En su máximo esplendor el teatro pudo llegar a albergar hasta 3200 espectadores y es el graderío el elemento mejor conservado del teatro de Medellín.

El siguiente hito en el Paseo es el Castillo de Medellín, del siglo XII y reconstruido en el siglo XIV por el Señor de Medellín, con imptantes reformas de los siglos XV y XVI. Desde el mismo obtendremos las mejores vistas panorámicas de Medellín y su entorno.

De camino al Puente de Medellín pasaremos por la Iglesia de Iglesia de San Martín y el Portacaeli, una de las puertas de entrada a la ciudad.

Al salir del municipio, cruzaremos por el Puente de los Austrias, de origen romano, pero reconstruido en el siglo XVII. Tiene 400 metros de longitud sustentándose sobre 20 arcadas de 12 metros de anchura. En el centro se erige un pequeño templete en el que además del escudo de los Austrias hay una inscripción alusiva a su construcción en tiempos del rey Felipe IV.

Una vez cruzado el puente, vamos a adentrarnos en los campos de regadío, muy presentes por toda la comarca, y pasearemos junto al río Guadiana. De camino al punto de salida, cruzaremos de nuevo el Puente de los Austrias y pasaremos junto a la Iglesia de Santa Cecilia, de estilo gótico.